V 2020

...Y el verano, como todos los años hizo su entrada triunfal, las nubes lo apresuraban, el viento frío sobre mi rostro me lo avisaba, las lagrimas no tardarían en aparecer, pero el sol volvía a salir y pensaba que esas nubes grises sólo eran pequeñas amenazas. Me aferraba a las sonrisas, al brillo del día pero el verano llegó, junto con él una vez más el escalofrío que recorre mi cuerpo y con esa infinita nostalgia que ya extrañaba, me recordó que sigo viva.

10.06.2020

Quizá me acostumbré al mensaje de cada mañana, quizá me acostumbré a que se preocupara por mi y preguntara cada día como me encontraba, quizá me acostumbré a esa forma de querer.

Me acostumbré a sus atenciones, me acostumbré a esos intentos constantes e interminables  por hacerme reír, me acostumbré a creer que si alguien me quiere, prestaría atención  a lo que me gusta, a lo que me ocurre, a lo que siento y pienso y jamás nunca a la forma en la que luzco.

No lo culpo por ello pues al final las expectativas las creé yo y cuando se fue sabía que nada volvería a ser lo mismo.
No pretendo que me quieran igual, no pretendo mucho menos que él regrese, pero si pretendo que quieran lo que soy y no lo que aparento ser.

A.D.A.

... sólo no quiero que se confundan más mis palabras, las lineas arriba describen a quien amé hace algunos años, y con ello no digo que le siga queriendo, aquello terminó y le recuerdo con gran cariño pues el me enseñó que el amor existe, pero también me dejó grandes miedos y manías que hoy se vuelven problemas cuando las expectativas de las que he hablado no se cumplen, debo continuar aprendiendo, debo entender que las personas somos distintas, que las personas cambiamos y que la forma en la que me amaron nunca se repetirá y para ello necesito aceptar esas diferencias que nos hacen únicos, entonces comprenderé que no debo esperar la misma forma de querer.