martes, 6 de noviembre de 2018

05.11.18

y hoy... hoy soñé contigo. Iba por la calle, una calle amplia, una calle gris. Yo corría hacia la casa en donde te volví a encontrar, corría sin detenerme, sin importar lo que había a mi paso hasta que un golpe en el estómago me detuvo, bajé un poco la mirada y ahí unos grandes ojos mirándome, unas mejillas aterciopeladas y un montón de rizos que salían de una cabecita que, a decir verdad, me provocaba demasiada ternura. Era un pequeño de aproximadamente 5 años un pequeño que me sonreía con la misma sonrisa espontánea con la que me sonrió un adolescente de 19 hace unas cuantas semanas.

ya falta poco...
A.D.A.

domingo, 14 de octubre de 2018

14.10.18 SUSPENSO

Yo no sé si tu pienses en mí, yo no sé siquiera si me recuerdes un poco. Si no es así no te culpo, fui egoísta, fui sumamente egoísta pero sinceramente quiero pensar que en lugar que estás, en la situación que estás al menos tienes en mente que aquí hay alguien que te piensa, alguien que desea verte sonreír, alguien que te espera.

En los últimos días he tratado de buscar las razones, las causas, cualquier explicación que no me parezca tan mala, sin embargo, para eso, y ruego me disculpes por ello, he tenido que investigar. Sé que no debí pues sabía que había algo detrás pero jamás imaginé todo lo que mis oídos habrían de escuchar. 

Me puse tan triste, me puse tan ansiosa, tan impotente por no haber sido capaz de comprender la magnitud del problema cuando estuve tan cerca de ti. Sabía que algo ocurría y es por eso que algunas veces insistí en saber más de ti pero no quise presionar, quería que con el tiempo tu mismo abrieras esa mente tan inquieta con alguien que estaba dispuesta a jugar con ella, no me importaba afrontar los riesgos de entrar en ti y de probablemente, quedar atrapada. Pero aquel día en que señalaste que me escribirías jamás imaginé que tardarías tanto. 

Lo que mas detesto de esto es haberme acostumbrado a la voz entre cortada, a las preguntas, a la curiosidad, a compartir un poco más. y ¿ahora? no debería ser tan egoísta y entristecerme pues cualquier cosa que estés haciendo, cualquier lugar en donde te encuentres es por que seguramente estarás mejor aún cuando yo no esté para escucharte. 

Debo tratar de no pensar tanto, de ser práctica de ir hacía adelante pues aunque siga avanzando, créeme, irás conmigo. Hoy no veo la luna, hoy te veo a ti. 






jueves, 11 de octubre de 2018

11.10.18 TE ESPERO

Al inicio sabía lo que quería, sabía que quería que confiara en mi, quería conocerle, entenderle. ¿Pero cómo lo haría? ¿Cómo lo haría si me entorpecía mi propia y aburrida pero ocupada vida? y peor aún, ¿cómo lo haría si esto podría causarnos problemas?... En su momento no me importaba quería hacerle ver que la vida tiene sentido, que vale la pena despertar y levantarse cada mañana, sonreír y disfrutar sin tener que atentar en contra de nosotros mismos. Quería mostrarle la salida que yo tarde en encontrar, pero que existe.
Algo me detuvo y quizá tarde demasiado en notar que nada estaba logrando, que hablar de mi experiencia solo le intimidaba. No lo entendí, no le inspiré. Por momentos pensé en rendirme pero no podía, no podía dejarle solo, pero ¿ahora?
Dicen que duele mucho saber las cosas malas pero, evidentemente duele más no saberlas. La ansiedad a que inminentemente una mala noticia llegue, sabes que va a llegar, sabes que la probabilidad de que sea malo es muy grande, pero idealizar las cosas malas es más frustrante y esa tristeza que aumenta de a poco, que martiriza, que sientes que no acaba, que te desgasta.
¿Que hacer? ¿En donde buscar?, no es bueno que juegues con mi ansiedad pues es justamente eso lo que tenemos en común.

TE ESPERO.
A.D.A.

miércoles, 10 de octubre de 2018

10.10.18 SE BUSCA

Ese día, el día que después de tantos años te volví a mirar, inmediatamente lo supe. Tu mirada perdida sin encontrar el lugar correcto, sin encontrar la comodidad, el movimiento en tus manos que me decía que querías irte. De un momento a otro me sentí mal pues quería hacer que te sintieras bien pero al mismo tiempo sentía que mis intentos estaban ocasionando un efecto totalmente contrario.  Ese día supe exactamente como te sentías pues yo lo había vivido ya tantas veces.
Supe que tenías una mente inquieta, una mente de esas que te domina, una mente que te rebasa.

Nunca he creído en el destino y mucho menos en las casualidades sin embargo algo me hacía confiar plenamente, que el haberme atravesado en tu vida nuevamente, tiene un objetivo claro. Sin embargo, te vi una vez más, lo entendí, aquellos ojos, aquella luz de tus ojos. ¡Maldita sea! ¿qué no se supone que una persona triste tiene ojos tristes? ¿Qué tienen esos ojos? ¿Qué tienen esos ojos que me hacían sonreír y creer que todo estaba bien? Dime tu...¿En que momento perdí el objetivo?

Es claro que muchas cosas ocurren en tu vida, es claro que eres todo un misterio. Te he contado mi historia ya... sin embargo, tu no me has dejado saber la tuya.
Esta noche mira al cielo, sonríe pues también la miro y seguramente pensando en ti.

A.D.A
SE BUSCA
No sé exactamente que esté ocurriendo, y me preocupa mucho no saberlo pues sé una parte de esa historia que no has querido contarme, sin embargo lo entiendo y aún con ello siempre estaré para escucharte.


lunes, 23 de julio de 2018

23.07.18


Un error, otro error, otro más.... un cúmulo de errores que pesan sobre mi ansiedad en estos momentos. A mi favor, más que la excusa de no entender lo que estaba pasado ni absoluta ni exactamente. En mi contra, mi ser irracional, mi ser emocional.
Y es que ya no hay cabida para una más, ya no hay cabida para volverlo hacer, los hechos están consumados y mirar al cielo rogando que nada hubiese ocurrido es aún más estúpido, más bien, buscar la solución debe ser lo correcto. Pero, justo ahora, pienso que la solución ya no está en mis manos, una vez más se la dejo a mi aliado el tiempo.



A.D.A.

domingo, 22 de julio de 2018

19.10.12

viernes 10 de octubre.

Lo que menos odio es la parte mecánica y rutinaria de mi trabajo: el volver a pasar un asiento que ya redacté miles de veces, el efectuar un balance de saldos y encontrar que todo esta en orden, que no hay diferencias a buscar. Ese tipo de labor no me cansa, porque me permite pensar en otras cosas y hasta(¿Por qué no decirmelo a mi mismo?) también soñar. Es como si me dividiera en dos entes dispares, contradictorios, independientes, uno que sabe de memoria su trabajo, que domina al máximo sus variantes  y recovecos que está  seguro siempre de dónde pisa, y otro soñador y febril, frustradamente apasionado, un tipo triste que, sin embargo, tuvo, tiene y tendrá vocación de alegría, un distraído a quien no le importa por dónde corre la pluma ni qué cosas escribe la tinta azul que a los ocho meses quedara negra.

Mario Benedetti, La tregua. 

y así fue, no importaba pasar el día trabajando siempre y cuando todo el camino estuviese trazado, todo fuera simple y sencillo y es así como lo parecía, creer que todo era tan fácil; siempre y cuando hubiese un espacio para soñar porque detrás de esa persona había alguien mas quien disfrutaba ir mas allá del mundo en donde sus piernas estaban paradas. 
A.D.A. 

16.09.13

El día era nublado, frío, gris y cualquiera podría señalar como un día ensombrecedor, triste y nostálgico pero no, yo no lo vi así. Ese día para mi tenía la temperatura perfecta, la lluvia le daba un toque romántico. Yo cantaba, saltaba, bailaba, pues esperaba mucho de aquel día. Llegué justo a tiempo al lugar de la cita, hacía algo de frió y él aún no llegaba así que decidí tomar algo durante la ardua espera. 

Cuando salí de casa para dirigirme al lugar acordado noté que mi padre me miraba con cierta extrañeza, él se dio cuenta de lo feliz que estaba por que aunque yo no lo dijera mi cuerpo irradiaba felicidad,mi cuerpo gritaba: Nunca pensé, que alguna vez me sentiría así por el simple hecho de ver a alguien y bueno  tal vez llamarlo "simple hecho" no sea el mejor calificativo pues hacía ya tanto tiempo que no le había visto y justo todo ese tiempo había sido un tortuoso lapso que añoraba sentirme feliz aunque fuese por muy poco tiempo. 

Espere aproximadamente 20 minutos, comencé a desesperarme pero en seguida él llegó, mi corazón latía tanto como cuando recibí su primer beso, sólo con mirarlo me sentía vivir de nuevo. Lo vi, él sonrió y se sentó a mi lado y como siempre no paraba de mirarme detenidamente como inspeccionando mi rostro intentando encontrar algún cambio, segundos después recibí un beso, beso que me recordó cuanto le quería y que de verdad me estaba enamorando.
Hablamos acerca de lo sucedido en el tiempo en que no nos vimos. Seguía tan encandilada ante su presencia que sentía algo de vergüenza de que los fuertes latidos de mi corazón fuesen escuchados por él y se diese cuenta de lo que estaba sientiendo yo en ese momento.

Terminé el té que estaba mereciendo para aminorar la desesperación de la que yo consideraba, había sido una larga espera de tan sólo veinte minutos. Me levante, me dirigí a hacer el pago de mi consumo y  acto seguido, salimos de ahí. Fuera del lugar estaba lloviendo no muy fuerte pero sentía aquella brisa fría caer sobre mi rostro. Justo a unos pasos de aquel lugar el haló de mi mano izquierda llevando mi cuerpo hacia él hundiéndome en un caluroso abrazo, mis manos que seguían inmóviles pegadas a las suyas fueron llevadas aceleradamente por él mismo hasta su cuello haciendo que estas lo rodeasen como señal de un beso que se encendía cada vez más, un beso profundo, húmedo pero muy cálido que se contrastaba con el clima que estábamos viviendo y que hacía de aquel instante algo inigualable, algo perfecto.
¿Era su forma de besarme la que me hipnotizaba? No lo sé, lo único de lo que estaba segura era de que por primera vez en toda mi vida me había enamorado y eso por alguna extraña razón me asustaba demasiado, tanto que reserve mucho de lo que tenía para dar y conservar aquella seriedad que siempre me había caracterizado, pero sólo en el ambito superficial pues era esta una careta más que tenía que usar para cuidar de este corazón que ese día se estaba desbordando. 

Continuamos caminando por aquellas calles que antes yo había caminado pero que jamás lo había hecho a su lado escuchando las palabras sabiondas que constantemente tenía que escuchar y que en lugar de tomar como arrogancias o presunciones sin sentido alguno, yo las escuchaba con tanta admiración pues sabía que con él podía aprender mucho aunque fuesen los datos inútiles que como tales no sirven para nada pero siempre aumentan el acervo cultural de un individuo. Entonces, tal vez fue su típico: ¿Sabías qué?  o el hecho de que siempre tenía una respuesta a mis preguntas, lo que me enamoró de él.

A.D.A

13.07.18

Una de mis benditas coincidencias, quizá no es amor, quizá nunca lo será. Él, simplemente el reflejo de aquello en lo que me deseo convertir. Entender, aprender, caminar, descubrir, sorprender, impresionar, amar, ayudar y volver a empezar. ¿Cuál es el camino correcto sino ser tu mismo?

A.D.A.

07.05.23

Jamás te culparía de nada pues conozco mi responsabilidad dentro de esta situación, lo cierto es que ha habido momentos extremadamente felic...